lunes, 8 de abril de 2013

Concentración

Concentrarse en un gran elefante rosa es sencillo, pero... ¿te has dado cuenta que tiene una peca detrás de la oreja derecha?. Esto es una exageración y evidentemente, claro que no os habéis dado cuenta de esa peca.
En kendo es importantísima la concentración. Cuando el cansancio físico empieza a aparecer nuestro cerebro suprime lo "superfluo" y comienza a centrarse en la supervivencia, el mayor rendimiento con el mínimo esfuerzo. Esta era una de las máximas del maestro Jigoro Kano, fundador del Judo, "Máxima eficacia con el mínimo esfuerzo". Hablaremos en algún otro post sobre la eficacia pero en este nos centraremos en esa falta de concentración.
La concentración deberíamos de tomarlo como cualquier otro ejercicio de los que realizamos y como tal es susceptible de mejorar cuanto más tiempo y mejor calidad lo practiquemos. Cualquier cosa que hagamos es probable que nos salga mejor si estamos concentrados en realizarla. Es normal que en la vida diaria caminemos a la vez que escribimos con el móvil y pensemos en que haremos después de la reunión a la que vamos. Resultado: el mensaje crea un malentendido con tus amigos, en la reunión no te enteras de nada porque estas pensando en como solucionar ese malentendido y terminas yéndote a casa porque se te ha quedado mal cuerpo con el mal dia que has tenido. Si nos hubieramos concentrado en mandar el mensaje, después hubieramos ido a la reunión y prestado atención seguramente nos habriamos ganado esa cervecita de después con nuestros amigos y hubieramos tenido un dia maravilloso.
En kendo es igual, si no nos concentramos en lo que estamos haciendo no solo estamos perdiendo el tiempo si no que estamos adquiriendo malos hábitos. Nuestro cuerpo aprende lo que nuestra mente le enseña y este se lo agradece con una salud adecuada y unas respuestas correctas a los sucesos cotidianos.
Pongamos un ejemplo sencillo kendoka. Tenemos que realizar un ejercicio de men uchi. Toda mi mente esta enfocada al correcto movimiento del cuerpo en todas sus fases desde la mirada, el chudan no kamae, los músculos que deben tensarse en cada momento, como y hacia donde debe desplazarse mi cadera, mis manos, tennouchi, fumikomi, kiai, desplazamiento... es un rio en el que el agua fluye constante y con fuerza. Si hubiera pensado en algún momento entre el fumikomi y el tennouchi que tengo que comprar un kilo de patatas seguramente mi kiai hubiera sido deficiente. Aún pensando que lo he hecho aceptablemente, en el siguiente men debo esforzarme en hacerlo mejor que el anterior.
Y ¿que que ocurre cuando somos motodachi? si... admitamoslo... baja nuestro nivel de concentración y no cuidamos nuestra postura, abrimos los huecos de cualquier manera creando confusión en nuestro compañero y cuando nos vuelve a tocar el papel de kakarite, tenemos que volver a esforzarnos en retomar la concentración del anterior ejercicio. El resultado final es, que nos vamos a casa como en el ejemplo de la reunión, con una sensación de dia horrible y tiempo perdido.
Estar concentrado durante todo el tiempo de entrenamiento crea un colchón de mente correcta y que termina dando un resultado de aumento y calidad en nuestra focalización en cada uno de nuestro actos.
Koichi Tohei en su Libro del Ki dice: "Si andas, anda. Si lees, lee. No hagas ambas cosas a la vez o no harás ninguna de las dos."
Como podéis deducir por el nombre del blog, este ejercicio que realicemos en kendo revestirá de forma positiva en nuestra vida diaria y al contrario.
No se deja de hacer kendo solo porque tengamos un bolígraffo en la mano.

1 comentario:

  1. He vuelto a leer este post luego del entrenamiento de hoy, ya que en el Uchikomi no he tirado ni un solo tsuki: estaba PENSANDO tanto en mejorar mi men pequeño que no SENTÍA la apertura del tsuki, y tiraba men. Y otra vez y otra más.

    Creo que te estoy dando pie para otro texto, que por supuesto te pienso copiar sin pudor ;)

    ResponderEliminar